Con la llegada del invierno, comienza la época en la que preferimos quedarnos en casa calientes, disfrutando de una buena película tapados, con el pijama y con un buen chocolate caliente. Otro de los rituales que tenemos por excelencia es conectar la calefacción o las duchas muy calientes que nos relajan y nos hacen olvidarnos del frío. Para conseguir que una vivienda entre en calor necesitamos que la caldera que tengamos instalada en nuestra casa funcione perfectamente y algo que no queremos nunca es que nos surja una avería. Si quieres saber cómo arreglar una caldera, quédate con nosotros y te explicaremos los pasos que debes dar en cada una de las averías más comunes.
Revisión previa de tu caldera.
Antes de nada, tienes que hacer una revisión a tu caldera, algo que no te supondrá mucho tiempo, pero que te ayudará a encontrar posibles fallos o necesidades en su mantenimiento. Comprueba que todos los botones se encuentran en la posición que deben. Si cuando lo dejaste de utilizar se encontraba en buen estado, lo más seguro es que te lo vuelvas a encontrar de la misma manera, pero nunca viene mal comprobarlo una vez para asegurarse.
Cuando has mirado superficialmente el aparato, viene la hora de ponerlo a funcionar, dándote una ducha caliente o simplemente encendiendo la calefacción de tu casa. No habrá nada mejor para comprobar que toda la maquinaria sigue en perfectas condiciones que utilizándola.
Averías más comunes en calderas domésticas.
La razón por la que estás leyendo este artículo es porque, una vez que has comprobado si funciona bien la caldera de tu casa, has visto que no calienta demasiado el agua, o que hace demasiado ruido o simplemente no sientes que el ambiente sube de temperatura como en el año anterior. Para esto, te vamos a indicar las averías y sus reparaciones tanto si necesitan los servicios de un fontanero urgente o si, por el contrario, puedes solucionarlo tú mismo.
La primera de las averías que suelen ocurrir en nuestra caldera se centra en la bomba. La podemos detectar fácilmente porque escuchamos unos ruidos como si dos piezas metálicas estuvieran rozándose constantemente. Como te decimos, esto será motivo para la reparación o incluso sustitución en gran parte de los casos de la propia bomba de la caldera, debiendo hacer esta labor un fontanero profesional.
El siguiente problema se encuentra en una de las válvulas de seguridad de la caldera y se detecta cuando debajo de la propiamente dicha, nos encontramos algunas gotas de agua y en el peor de los casos un pequeño charco. Otro de los motivos de este goteo que suele aumentar cuando se activa la caldera se encuentra en el racor.
Bajada de presión en una caldera.
Es muy común que ocurra esta avería en tu caldera, teniendo como síntoma que el calor que produce la calefacción o el agua caliente que sale de los grifos no se encuentre a una temperatura ideal y por lo tanto caliente muy poco. Las bajadas de presión por lo general no van a venir dadas por una avería en sí, sino en un desajuste que se ha producido con los controles y que podrás solucionarlo fácilmente sin la ayuda de un fontanero profesional. Para reparar tu caldera deberás de informarte de la presión exacta que el fabricante suele recomendar para el modelo que tienes instalado, siendo lo más habitual unos 1,5 kgs que deberá marcar el manómetro.
Pasamos a otro problema que es muy habitual en todos los hogares y que sin darnos cuenta lo sufrimos. Se trata de la fuga o escape de humos. Por lo general, cuando existe esta avería, nos damos cuenta por un suave olor, pero lo más habitual es encontrárselo en una de las señales que aparecerá justo en el panel de la caldera y que podremos darle significado si hemos revisado las instrucciones del producto. Cuando este error salta, el encendido se bloquea automáticamente y no podrás encender ni la calefacción ni el agua calienta hasta que el aparato detecte por medio de sus sensores que se encuentra libre de humos o de gases. Esto lo hace para protegernos y como medida de seguridad, ya que el monóxido de carbono puede atentar contra nuestra salud sin darnos cuenta. La razón por la que ocurre esto puede variar según el modelo o el caso, pudiendo tener una avería en la pieza que filtra el aire, o incluso en la propia combustión, necesitándose la labor de un fontanero especializado.
Otra de esas averías que necesitan la revisión de un especialista se encuentra en la bomba de recirculación. La forma de detectar que esta pieza falla es por medio de la temperatura. Cuando activamos la caldera y abrimos el grifo que da paso al agua caliente, vemos como la temperatura empieza a subir rápidamente, pero de repente se corta y deja de funcionar. Esto es debido a que la bomba se bloquea y debe ser revisada y reparada.
Aunque no sea una avería, debes de comprobar lo siguiente, sobre todo si llevas mucho tiempo sin utilizar la calefacción en tu casa. Es posible que no salga agua caliente o que la calefacción no funcione porque ha habido un corte por parte de la compañía del gas, ya sea a causa de un impago, por descuido de esta empresa o simplemente porque ellos tienen una avería mayor y por lo tanto tardarán en suministrarte el gas.
Para terminar, una de las averías más habituales en la caldera domestica se encuentra en el sensor de temperatura del aparato. Este problema suele hacer que, aunque puedas comprobar que el agua sale caliente, tal y como siempre lo has recordado, en el indicador de la pantalla te va a poner o un número menor o uno superior, sin posibilidad de que puedas modificarlo. Aunque puedas pensar que no ocurre nada, ya que obtienes lo que deseas, es muy recomendable que lo cambies o sustituyas, puesto que puede llegar el momento en el que la caldera detecte esta temperatura, subiéndola más de la cuenta para fijar en lo que tienes ajustado en los controles, pudiendo sufrir una sobrecarga.
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